Mokèlé-mbèmbé el ultimo Dinosaurio ...
A veces descrito como una criatura viva de tiempos remotos,
otras veces como un espíritu de la selva, lo cierto es que el
Mokèlé-mbèmbé,
que significa "el que detiene el flujo de los ríos" en el idioma
lingala, es una creatura legendaria que según dicen algun, se encuentra en la
cuenca del río Congo, y ha despertado la curiosidad de los criptozoólogos y
grandes exploradores desde hace décadas a pesar de no a ver podido presentar
ninguna prueba física de su existencia.
De acuerdo con las tradiciones de la cuenca del río Congo, el
Mokèlé-mbèmbé es una creatura de grandes proporciones, pero herbívoro. Algunas
leyendas lo describen como una gigantesca creatura con cuerpo de elefante pero
con cuello y cola muy larga y cabeza pequeña, una descripción similar a la de
los extintos sauropodos, mientras que otros lo describen semejante casi en su
totalidad a los elefantes, rinocerontes y otros animales conocidos. Por lo
general se lo describe de color gris o marrón. Algunas tradiciones, como los de
Village Boha, lo describen como un espíritu de la selva.
Se emprendieron muchas expediciones a África en busca de
Mokèlé-mbèmbé. En ellas, hubo algunos
avistamientos que fueron recopilados de las comunidades locales, por quienes
emprendieron el gran desafío de encontrar al monstruo legendario, alguno de
ellos como el barón von Stein zu Lausnitz, quien fue capitán de las fuerzas
coloniales alemanas en Camerún y realizó una completa investigación sobre las
riquezas naturales de aquel territorio que estaba administrado por el Imperio
Alemán. En algunas de las notas de su trabajo se mostraba interesado y
mencionaba que “existe al parecer una criatura que causa el terror entre los
negros de determinadas zonas del Congo, del bajo Ubangui, del Sanga y del
lkelemba, al que se le da el nombre genérico de Mokèlé-mbèmbé”. Luego
embarcado en una expedición para resolver el enigma nos describe “Los rumores
señalan que emplea la cola para hacer zozobrar las canoas que caen bajo su
radio de acción, para a continuación matar con saña a sus ocupantes, pero sin
llegar a devorarlos. Se asegura que el animal vive en las oquedades y cavernas
que forma la arcilla en las márgenes del río. Unos nativos incluso me han
enseñado el alimento predilecto de este monstruo, una liana con grandes flores
blancas que da una savia lechosa y que tiene unos frutos parecidos a las
manzanas” el barón von Stein asegura en
otra notas que pudo ver el sendero que había trazado el animal. Otro caso es el
de Marcellín Agnagna, biólogo del Ministerio del Agua y Bosques de la República
del Congo, quien el 1 de mayo de 1993 se encontró con la bestia en la zona
pantanosa situada en la confluencia de los ríos Likouala y Bai (Hasta el día de
hoy algunos casos como este son estudiados por criptozoólogos).
Sin embargo aunque algunas de las muchas expediciones han
reportado encuentros cercanos, ninguno ha sido capaz de aportar la prueba
irrefutable de que la criatura existe. La única prueba que se ha encontrado es
la constante presencia de la creatura en el folklore de y las anécdotas que
abarcan un período considerable de tiempo y aquellas otras que fueron más
recientes pero que debes ser evaluados meticulosamente ya que puede tratarce de falsos testimonios.
En algunas de las ultima espediciones o investigaciones podemos mencionar a la de Discovery Channel, que realizo un documental en el Congo en
2001. En donde entrevistó a varios
miembros de una tribu que identificaron una fotografía de un rinoceronte como
un Mokele-mbembe. La realidad es que no es común encontrar un rinoceronte
africano en la cuenca del Congo, y el Mokele Mbembe puede ser una mezcla de
mitología y la memoria popular de una época en donde un rinoceronte pudo a ver
sido encontrado en la zona. Lo curioso es que en 2009, en una expedición del canal History
Channel se encontró evidencia de una gran cueva subterránea en uno de los Ríos.
El equipo de investigación recibió también lecturas de sonar curiosas. Asi como
también se recopilaron encuentros por parte de algunos habitantes de zonas
aledañas que describían a la creatura de un aspecto muy parecido al de un
sauropodo.
Según la información recogida por James Powell y Roy P.
Mackal en 1979, gracias al Reverendo
Eugene Thomas que era un misionero que había servido en el Congo desde 1955, que
había recogiendo gran parte de la evidencia más antigua e informes sobre asuntos
de área. Mencionaba que una tribu de pigmeos Bangombe, habían sorprendió (en el
año 1958) un mokèlé-mbèmbé cuando salía de un canal natural y entró en el lago.
Allí Ellos decidieron cortarle la retirada. Con ramas y troncos rápidamente
construyendo una especie de barricada en un área donde el animal tendría que
pasar para salir del lago. Así, consiguieron (según dicen) no sólo detenerlo, sino
incluso matarlo con sus lanzas. Según menciona el reporte la operación llevó
mucho tiempo. Finalmente muerto decidieron preparar un banquete tras la
victoria que se llevó a cabo, durante el cual las partes del animal fueron
cocinadas y comidas. Posteriormente se dice que todos los pigmeos que comieron
su carne murieron envenenados. Atribuyéndolo según los sobrevivientes que no comieron
a una especie de maldición. Luego de
escuchar esta historia Roy P. Mackal entrevisto
a varios nativos, quienes le aseguraron que todavía gran parte de las estacas
estaban todavía en el mismo lugar.
Tal vez mokèlé-mbèmbé solo sea un simple mito que persiste a travez de los años, puede ser tambien que aquellos encuentros como los mencionados por multiples testigos locales solo sea lo que el hombre blanco desea escuchar (o ver en algunos casos), tal como lo menciono Hans Schomburgk (cazador de comienzos del siglo XX) quien por su larga experiencia al tratar con muchas comunidades de la selva menciono que "Los nativos que desean complacer al visitante blanco y al mismo tiempo esperan alguna recompensa valiosa están demasiado dispuestos a garantizar que conocen un animal de piel azul, seis patas, un solo ojo y cuatro colmillos. El tamaño de la bestia dependerá de quien lo pregunte. El nativo dirá lo que cree que el hombre blanco desea escuchar".
historias como las de esta magnífica
creatura podemos encontrarlas en otros puntos del continente...
Coje Ya Menia
En Angola por ejemplo existen desde tiempos remotos testimonios de
la existencia de un monstruo acuático, el “Coje Ya Menia” de aspecto similar al
de un tigre dientes de sable, que según los nativos este animal que merodea las
aguas, emite unos potentes rugidos, y mencionan que es un enemigo natural de
los hipopotamos. El Aleman Frau Ilse von Nolde (que cabe destacar que habia investigado historias como las del Mokèlé-mbèmbé), que habia vivido por mas de dies años en africa, y habia entrevistado a lo largo de una decada a muchos nativos en la cuenca del Kuango (angola) recopilando muchas descripciones y testimos sobre el Coje Ya Menia. y en 1939 publico unas concluciones que sobre sus recopilaciones en un ensallo en donde catalogo a la creatura como una especie nueva aun no descubierta por el hombre. entre los testimonios recogió uno muy significativo de Pereira da Costa, que era un comerciante Portugués, quien tuvo
noticias durante su estancia en Luanda, (en 1930) de que uno de estos
monstruos había matado a un hipopótamo. Movido por la curiosidad el Comérciante
se desplazó al día siguiente a la zona donde se había producido este suceso y
pudo encontrar el cuerpo del hipopótamo totalmente desgarrado y deshecho, pero
al parecer, sin haber sido devorado. El terreno mostraba claros indicios de que
se había producido una feroz contienda, las hierbas y la maleza estaban
aplastadas y casi arrancadas. Allí encontró
también pisadas de una gran bestia de un tamaño mucho mayor al del hipopótamo.
Las huellas eran similares a las de un elefante. Sin embargo huellas las encontradas
mostraban claramente las marcas producidas por dedos bien diferenciados.
Amaliv o Lukwata
En el lago Victoria se habla de un extraño animal, el “Amaliv” o “Lukwata”. Una bestia que se
mitifico aún más cuando en el año 1900 estuvo a punto de generar una tragedia a
un pequeño barco de vapor que se dirigía de la localidad de Kimusu en Kenia, a
Entebbe en Uganda. Según el relato de un
testigo inglés llamado Sir Ciement Hill, el animal surgió de las aguas a
intentó apoderarse de un indígena que se encontraba sentado en la proa, que
logro salvarce milagrosamente. El testigo menciono que sólo pudo apreciar la
cabeza del animal, que era de color oscuro y forma redondeada. Según los relatos de los nativos de una tribu de Uganda, los
carivondos. Mencionan que este animal emite un fuerte mugido que se puede
escuchar a muchos kilómetros de distancia cuando entra en combate en algunas ocasiones
con los cocodrilos, y en el transcurso de la contienda suele perder alguna parte
de si (garras etc), que después es buscada por los indígenas que consideran a
estas partes como un preciado amuleto de tintes mágicos. Algunos Criptozoologos
descartan que se trate de algún tipo de serpiente, como las pitones, pues estos animales carecen de
cuerdas vocales y no podría emitir dicho mugido.
Olumaina
Algunos criptozoologos mencionan que tal vez, el Lukwata y el Olumaina sean la misma criatura (no es de extrañar en el mismo rió a pesar ser tan grande)
Emela-ntouka
El Emela-ntouka que en congolés significa "matador de elefantes", otro animal
de tipo anfibio mítico en la cultura de las tribus pigmeas del África Central. Este es muy temido por los aborígenes, quienes
afirman que suele cazar y devorar humanos o incluso puede enfrentarse a
elefantes a los cuales atraviesa con su afilado cuerno. Se lo describe localmente como del tamaño de
un elefante y color verde pálido con enorme cuerpo que está sostenido por
cuatro gruesas patas cortas y posee una cola similar a la de los cocodrilos,
incluyendo en la cabeza un cuerno de marfil de unos dos metros de largo. Algunos
investigadores destacaron que tal vez se trata de algún tipo de rinoceronte te
que los pigmeos confundieron. La mayoría
de los mitos de la región mencionan que el animal en mora en los vastos
terrenos pantanosos que conforman la cuenca del Río Congo. Las historias también
señalan algo respecto al comportamiento del animal en donde se lo destaca como
un cazador temido y que rara vez se lo encuentra reunido en grupos, prefiriendo
en cambio la soledad para asechar a sus presas.
Mokèlé-mbèmbé: Nota aparte para el Intrepido Explorador/ra...
Si nos tomamos el tiempo para navegar por la extensa
literatura sobre las expediciones al continente negro, Vemos que no es difícil encontrar relatos sobre los misteriosos habitantes
de los ríos, lagos y pantanos de África tropical. El hombre ha buscado respuestas a lo desconocido
desde tiempos remotos por aquellos lugares impenetrables, están aquellas comunidades aisladas que sin ir más lejos dan crédito a lo
que ven sus ojos o vieron sus ancestros brindando una interpretación que gira en tono a sus creencias. El hombre blanco por su parte, busca
talvez un sentido de identidad. Un eslabón perdido en la historia, una
respuesta entre la espesura de la selva o los profundos ríos que le devuelva
esa chispa de sorpresa, en un mundo globalizado donde Parecen escasean las sorpresas y queda menos por conocer...
Para algunos el misterio continua, para otros el caso ya esta cerrado... cierto es igualmente, que mientras queden lugares sin explorar, aquel viejo fósil viviente seguirá siendo toda una Leyenda...
Jonathan Janshon
Hasta la Proxima Aventura...
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