Trabajo de Jonathan Janshon
Un misterioso Personaje
Todo comienza en el año 1971 cuando los integrantes de una línea área comercial Alemana llamada Swissair, se encontraban paseando por Manaus en el estado de Amazonia, cuando se toparon con un mendigo mestizo vestido con un taparrabos, que les pidió el pago de una comida. La Sorpresa surgió cuando el desconocido se comunicó con ellos en Perfecto alemán, esto causó asombro a los tripulantes y en especial de su comandante Ferdinand Schmidt. El misterioso personaje dijo llamarse Tatunca Nara, Príncipe de una tribu perdida de la selva, los Ugha Mongulala. Reveló además, que un contingente de 2.000 alemanes llegó a su país en los últimos tramos de la Segunda Guerra Mundial, refugiándose en Akakor, una milenaria ciudad subterránea legada por maestros antiguos.
De regreso en Alemania y aún atónito por el relato de aquel misterioso personaje, Schmidt decide informar acerca del extraordinario encuentro al Periodista Kart Brugger (Nacido en Munich 1941), quien contaba además con estudios de Sociología e Historia Y por aquel entonces prestaba colaboración para la Televisora pública nacional ARD.
Brugger Intrigado la Historia, decide partir a Brasil en busca de aquel misterioso personaje llamado Tatunca Nara.
Kart Brugger Conoce a Tatunca Nara
A su llegada inicia una serie de investigaciones que después de un año de arduo trabajo, rendiría frutos.
El 3 de marzo de 1972, en Manaus gracias un grupo de soldados brasileños que facilitó el encuentro en el bar “Gracas á Deus”. Brugger vio por primera vez al blanco caudillo indio y así lo describió a él y al encuentro:
“Era alto, tenía el pelo largo y oscuro y un rostro finamente moldeado. Sus ojos castaños, ceñudos y suspicaces, eran los característicos del mestizo. Tatunca Nara vestía un descolorido traje tropical, regalo de los oficiales, como posteriormente me explicaría. El cinturón de cuero, ancho y con una hebilla de plata, era realmente sorprendente. Los primeros minutos de nuestra conversación fueron difíciles. Con cierta indiferencia, Tatunca Nara expuso en un deficiente alemán sus impresiones de la ciudad blanca, con sus miles de personas, la prisa y la precipitación en las calles, los altos edificios y el ruido insoportable. Sólo cuando hubo vencido sus reservas y su suspicacia inicial, me contó la más extraordinaria historia que jamás había escuchado. Tatunca Nara me habló de la tribu de los ugha mongulala, un pueblo que había sido escogido por los dioses hacía 15.000 años. Describió dos grandes catástrofes que habían asolado la Tierra, y habló de Lhasa, el legislador, un hijo de los dioses que gobernó el continente sudamericano, y de sus relaciones con los egipcios, el origen de los incas, la llegada de los godos y una alianza de los indios con 2.000 soldados alemanes. Me habló de gigantescas ciudades de piedra y de los poblados subterráneos de los antepasados divinos. Y afirmó que todos estos hechos habían sido registrados en un documento denominado la Crónica de Akakor.”
Brugger comienza a dudar e investiga
Pero Brugger tenía sus dudas y declaro: “La historia parecía demasiado extraordinaria: otra leyenda más de los bosques, el producto del calor tropical y del efecto místico de la jungla impenetrable. Cuando Tatunca Nara concluyó su relato, yo tenía doce cintas con un fantástico cuento de hadas”
Así que el periodista decidió sondear entre sus contactos regionales para ver si se obtenían datos adicionales que validaran la historia. Brugger se sorprendió al comprobar que muchas de las menciones de Tatunca Nara eran ciertas y aparecían en escena de la siguiente forma:
- En 1968 un periódico menciona a un caudillo indio que salvó las vidas de doce oficiales, le fueron concedidos un permiso de trabajo brasileño y un documento de identidad. Según diversos testimonios, el misterioso caudillo habla un deficiente alemán y sólo comprende algunas palabras de portugués, pero está familiarizado con varias lenguas indias habladas en las zonas altas del Amazonas. Unas pocas semanas después de su llegada a Manaus, Tatunca Nara desapareció súbitamente sin dejar huella.
- En 1969 estalló un violento enfrentamiento entre las tribus salvajes y los colonos blancos en la provincia fronteriza peruana Madre de Dios. El líder de los indios, quien, según los informes de prensa peruanos, era conocido como Tatunca (gran serpiente de agua), huyó tras la derrota a territorio brasileño. Con objeto de impedir una repetición de los ataques, el gobierno peruano solicitó del brasileño la extradición, pero las autoridades brasileñas se negaron a cooperar. Las
hostilidades en la provincia fronteriza de Madre de Dios se prolongaron durante 1970 y 1971. Posteriormente Perú cerró la frontera con Brasil e inició la invasión sistemática de los bosques vírgenes.
- A principios de 1972, reaparece Tatunca Nara, quien llevó su historia a las autoridades brasileñas (movido según decía para pedir ayuda por una terrible sequía que golpeó a la región de los Ugha Mongulala sumado al constante choque con el hombre blanco) Con la ayuda de los doce oficiales cuya vida había salvado, entró en contacto con el servicio secreto brasileño. Apeló asimismo al Servicio de Protección India (FUNAI) y le habló al secretario de la embajada de la
República Federal de Alemania en Brasilia, sobre los 2.000 soldados alemanes que, según sostenía, había desembarcado en Brasil durante la Segunda Guerra Mundial y están todavía vivos en Akakor, la capital de su pueblo. no se le creyó la historia y negó a Tatunca Nara todo acceso posterior a la embajada. FUNAI sólo accedió a cooperar una vez que muchos de los detalles de la historia de Tatunca Nara sobre tribus indias desconocidas de la Amazonia fueron comprobados durante el verano de 1972. El servicio formó una expedición para establecer contacto con los misteriosos ugha mongulala y dio instrucciones a Tatunca Nara para que hiciera todos los preparativos necesarios. Sin embargo, estos planes se vieron interrumpidos por la resistencia de las autoridades locales de la provincia de Acre. Siguiendo instrucciones personales del entonces gobernador Wanderlei Dantas, Tatunca Nara fue arrestado. Poco antes de su extradición a la frontera peruana, sus amigos oficiales lo liberaron de la prisión de Río Branco y lo devolvieron a Manaus.
Brugger se lanza a la Aventura
Con los datos recogidos Brugger decide realizar una entrevista más extensa a Tatunca Nara en su departamento (resultando más cómodo estar con el aire acondicionado) y se graban 12 cintas de audio en la que el caudillo Indio le relata al periodista la historia completa de los Ugha Mongulala hasta la actualidad, sobre los Enigmas de la milenaria ciudad de subterránea de Akakor y su desesperante misión como Príncipe de aquella civilización Perdida.
Kart Brugger parece casi obsesionarse con lo que parece ser la Historia más sorprendente que escucho en su vida, y decide emprender una expedición hacia el Amazonas para resolver el enigma de Akakor, esta expedicion contaría con la guía de Tatunca Nara y la participación de un fotógrafo. Pero la aventura casi termina en tragedia.
El periodista nos relata la expedición :
“Abandonamos Manaus el 25 de septiembre de 1972. Remontaríamos el río Purus hasta donde pudiéramos en un barco alquilado, tomaríamos después una canoa con motor fuera borda y la utilizaríamos para alcanzar la región del nacimiento del río Yaco en la frontera entre Brasil y Perú, luego continuaríamos a pie por las colinas bajas al pie de los Andes hasta llegar a Akakor. Tiempo necesario para la expedición: seis semanas; probable regreso: a comienzos de noviembre. Nuestro equipo se componía de hamacas, redes para mosquitos, utensilios de cocina, alimentos, las ropas
habituales para la jungla y vendajes médicos. Como armas, un Winchester 44, dos revólveres, un rifle de caza y un machete. Además, llevábamos nuestro equipo de filmación, dos registradoras magnetofónicas y cámaras. Los primeros días fueron muy diferentes de lo que esperábamos: nada de mosquitos, ni de serpientes de agua ni de pirañas. El río Purus era como un lago sin orillas. Contemplábamos la jungla sobre el horizonte, con sus misterios ocultos tras una muralla verde.El primer pueblo que alcanzamos fue Sena Madureira, último asentamiento antes de penetrar en las todavía inexploradas regiones fronterizas entre Brasil y Perú. Era un lugar Típico de la Amazonia: polvorientas carreteras de arcilla, ruinosas barracas y un desagradable olor a agua estancada. Ocho de cada diez habitantes sufren de beriberi, lepra o malaria. La malnutrición crónica ha dejado a estos seres en un estado de triste resignación. Rodeados por la brutalidad de la inmensidad y aislados de la civilización, dependen principalmente del licor de caña de azúcar, único medio de escapar a una realidad sin esperanza. En un bar, nos despedimos de la civilización y nos topamos con un hombre que dice conocer las zonas altas del río Purus. En su búsqueda de oro, fue hecho prisionero por los indios haisha, una tribu semicivilizada que se asienta en la región del nacimiento del río Yaco. Su relato es desalentador: nos habla y no para sobre rituales caníbales y flechas envenenadas. El 5 de octubre, en Cachoeira Inglesa, cambiamos el bote por la canoa. A partir de aquí dependemos de Tatunca Nara. Los mapas de ordenanza describen el curso del río Yaco, pero sólo de una manera imprecisa. Las tribus indias que viven en esta región no tienen aún contactos con la civilización blanca. A J. y a mí nos domina un sentimiento de incomodidad. ¿Existe, después de todo, un lugar como Akakor? ¿Podemos confiar en Tatunca Nara? Pero la aventura se muestra más apremiante que nuestra propia ansiedad.
habituales para la jungla y vendajes médicos. Como armas, un Winchester 44, dos revólveres, un rifle de caza y un machete. Además, llevábamos nuestro equipo de filmación, dos registradoras magnetofónicas y cámaras. Los primeros días fueron muy diferentes de lo que esperábamos: nada de mosquitos, ni de serpientes de agua ni de pirañas. El río Purus era como un lago sin orillas. Contemplábamos la jungla sobre el horizonte, con sus misterios ocultos tras una muralla verde.El primer pueblo que alcanzamos fue Sena Madureira, último asentamiento antes de penetrar en las todavía inexploradas regiones fronterizas entre Brasil y Perú. Era un lugar Típico de la Amazonia: polvorientas carreteras de arcilla, ruinosas barracas y un desagradable olor a agua estancada. Ocho de cada diez habitantes sufren de beriberi, lepra o malaria. La malnutrición crónica ha dejado a estos seres en un estado de triste resignación. Rodeados por la brutalidad de la inmensidad y aislados de la civilización, dependen principalmente del licor de caña de azúcar, único medio de escapar a una realidad sin esperanza. En un bar, nos despedimos de la civilización y nos topamos con un hombre que dice conocer las zonas altas del río Purus. En su búsqueda de oro, fue hecho prisionero por los indios haisha, una tribu semicivilizada que se asienta en la región del nacimiento del río Yaco. Su relato es desalentador: nos habla y no para sobre rituales caníbales y flechas envenenadas. El 5 de octubre, en Cachoeira Inglesa, cambiamos el bote por la canoa. A partir de aquí dependemos de Tatunca Nara. Los mapas de ordenanza describen el curso del río Yaco, pero sólo de una manera imprecisa. Las tribus indias que viven en esta región no tienen aún contactos con la civilización blanca. A J. y a mí nos domina un sentimiento de incomodidad. ¿Existe, después de todo, un lugar como Akakor? ¿Podemos confiar en Tatunca Nara? Pero la aventura se muestra más apremiante que nuestra propia ansiedad.
Doce días después de haber dejado Manaus, el paisaje comienza a cambiar. Hasta aquí el río semejaba un mar terroso sin orillas. Ahora nos deslizamos a través de las lianas por debajo de árboles voladizos. Tras una curva del río, hallamos a un grupo de buscadores que han construido una primitiva factoría sobre la orilla del río y criban la arena de grano grueso con cedazos. Aceptamos su invitación de pasar la noche y escuchar sus extraños relatos sobre indios con el pelo pintado de rojo y azul con flechas envenenadas. El viaje se convierte en una expedición contra nuestras propias dudas. Nos hallamos a apenas diez días de nuestro presunto objetivo. La monótona dieta, el esfuerzo físico y el temor a lo desconocido han contribuido cada uno lo suyo. Lo que en Manaus parecía una fantástica aventura se ha convertido ahora en una pesadilla. Principalmente, comprendemos que nos gustaría dar la vuelta y olvidarlo todo sobre Akakor antes de que sea demasiado tarde .Todavía no hemos visto a ningún indio. En el horizonte aparecen las primeras cumbres nevadas de los Andes; a nuestras espaldas se extiende el verde mar de las tierras bajas amazónicas. Tatunca Nara se prepara para el regreso con su pueblo. En una extraña ceremonia, se pinta su cuerpo: rayas rojas en su rostro, amarillo oscuro en el pecho y en las piernas. Ata su pelo por detrás con una cinta de cuero decorada con los extraños símbolos de los ugha mongulala.El 13 de octubre nos vemos obligados a regresar. Después de un peligroso pasaje sobre rápidos, la canoa es atrapada por un remolino y zozobra. Nuestro equipo de cámaras, empaquetado en cajas, desaparece bajo los densos arbustos de la orilla; la mitad de nuestros alimentos y de las provisiones médicas se han perdido también. En esta situación desesperada, decidimos abandonar la expe dición y regresar a Manaus. Tatunca Nara reacciona con irritación: se muestra violento y contrariado. A la mañana siguiente, J. y yo levantamos nuestro último campamento. Tatunca Nara, con la pintura de guerra de su pueblo, cubriéndole únicamente un taparrabos, toma la ruta terrestre para regresar con su pueblo. Este fue mi último contacto con el caudillo de los ugha mongulala.”
Pasaría bastante tiempo hasta que Karl Brugger y Tatunca Nara volvieran a encontrarse.
Se publica el misterioso libro de - La Cronica de Akakor -
Con la Publicación del libro titulado "La Cronica de Akakor" la fama de “Akakor la Ciudad Perdida” se hizo conocida internacionalmente, y la historia trascendió fronteras.
La Historia de los Ugha Mongulala que se le relata al periodista y se plasma en el libro, describe entre muchas cosas a visitantes que llegan de las Estrellas y aterrizaron en Sudamérica hace cerca de 15.500 años, procedentes de Schwerta, lugar remoto y centro de un imperio conformado por numerosos mundos situado en los confines de nuestro universo. También se describen grandes catástrofes que se relacionan con otras catastrofes ya mencionadas a lo largo de la historia por grandes civilizaciones antiguas e incluso el diluvio bíblico, Además se da testimonio otras ciudades subterráneas como Akanis y Akahim, y se incluyeron otras revelaciones importantes que acrecentaron aún más el enigma, como los datos que arrojo Tatunca Nara cuando habló de tecnología extraterrestre y de documentos antiguos que se ocultarían en los recintos subterráneos que serian sin duda el mayor testimonio de su pueblo sobre todos los acontecimientos que se mencionan en sus leyendas.
La fantástica historia llega a oídos de Erich Von Däniken
En el libro de Brugger, figuraba en los créditos el polémico investigador Erich Von Däniken, de origen suizo, quien fue el redactor del prólogo del libro, dando que este podía plasmar el espíritu aventurero que se necesitaba y así despertar el interés general sobre un gran misterio que esperaba ser develado.
Sin embargo fue el Propio Däniken, quien al contar ya con antecedentes en el tema, no resulto sorpresa su decisión por emprender una nueva expedición en busca de la ciudad perdida, a pesar de la experiencia fallida de Brugger. Pero desde el comienzo aparecieron las dificultades.
La expedición estaba prevista para la primera quincena de julio de 1977. Contaban con la autorización de la Comisaría brasileña de asuntos indígenas, la FUNAI. Y el jefe de la expedición iba a ser Tatunca Nara porque era el quien sabía el camino hacia la misteriosa ciudad. Sin embargo por el elevado costo de la expedición y ciertas dudas Däniken le solicito a Schmidt (con quien ya había tenido contacto por carta antes y tenía como contacto ahora en manaus) para que convenza al caudillo indígena para que regresara solo, de momento, a reunirse con los de su tribu y recoger allí una prueba convincente de la existencia de artefactos técnicos como los descritos por él. Por ejemplo, Tatunca podría tomar fotografías de los mismos. La presentación de esos documentos sería la señal de salida para la expedición, ya preparada en todos sus detalles. Tatunca recibió una cámara de manejo sencillo y, además, un motor fuera de borda nuevo para su barca. A finales de marzo salió de Manaus con instrucciones de regresar dos meses más tarde. Pero una vez cumplido el plazo, Tatunca no regreso…
Sin embargo Däniken y Schmidt no perdían las esperanzas y decidieron aguardar ya que era posible que la demora fuese por condiciones climáticas adversas. A veces, los afluentes del río Negro llevan poco caudal y se hace preciso aguardar a las próximas lluvias para poder circular con lanchas.
El 10 de julio Däniken aterrizo en Manuas. Tatunca aún no había aparecido, el retraso era ya de un mes y medio, y a mediados de Julio se anuló la expedición. El último día de la estadía de Däniken se presentó Tatunca con su barca por el río Negro, Tatunca informo que había mandado un carguero comercial con las fotos e instrucciones para que fuesen transmitidas a los organizadores. Sin embargo dichas fotos nunca habían llegado. Se le reprocharon muchas cosas, en una charla que duro 12 horas, entre las cosas que se le fueron porque no trajo consigo algún instrumento o material tecnológico de sus dioses como prueba. Tatunca comento que eso sería un sacrilegio y primero debe pensar en el bien de su pueblo antes que en las condiciones de los blancos. Tatunca le contó detalles inéditos de las ciudadelas y que diferían un tanto del relato confiado a Brugger. Uno de esos ejemplos se presentó con Akahim. Finalemente luego de unos meses Däniken decide costear una expedición a Akahim, convoco a Tatunca Nara y Schmidt para ella, El gobierno brasileño la autorizó, pero con la condición que se contará con la participaciónde Roldão Pires Brandão, un renombrado arqueólogo y expedicionario. En 1978 la expedición llega al lugar pero ocurre el desgraciado accidente Faltando solo dos días para llegar a Akahim, se produjo esto involucró a Brandão Pires, el cual resultó herido de bala en un brazo en un hecho que se lo califico como accidente. (Tiempo después hubo controversia cuando se habló de negligencia por parte del accidentado)
Otra exploración arroja fotos inquietantes
Luego surgió otra travesía llamada “la travesía truncada” en la que se ve a Pires Brandão, quien informa que vio extrañas formaciones en la selva. Y a su regreso salió en un vuelo por la zona, donde se percató que esos montículos no eran normales, y se asemejaban a pirámides. Temiendo perder la primicia, el arqueólogo informó de su descubrimiento a la revista Veja, una de las más importantes de Brasil. Cabe destacar casi al mismo tiempo un grupo de exploradores ingleses intentaban llegar a Akahim a través de Venezuela. Y esto acelero la publicación de Pires Brandão. El 1 de Agosto de 1979, un reportaje de cinco páginas mostró el increíble hallazgo. Dando pie a que la noticia recorriera el mundo. Y la gente empezara a especular, sobre todo teniendo en cuenta que en 1975, el satélite Landsat de la Nasa había captado diez formaciones piramidales en el sudeste del Perú, en la zona de Alta Madre de Dios.
Durante esta Expedición Brasileña en donde se decia tenían como guía a Tatun Canara, quien no solo les llevó hasta el lugar donde se ubicaban las pirámides sino que prosiguieron hasta el noroeste, siguiendo las crestas de la Sierra de Gurupira, hasta llegar a las inmediaciones de las ruinas de una ciudad perdida y abandonada medio escondida entre la espesura de la selva. En ella pudieron observar incontables bocas de cavernas por entre las rocas del lugar adyacente.
El supuesto descubrimiento de las pirámides del Amazonas brindo a nivel mundial tintes míticos y de total interés internacional, así como la credibilidad de la historia de Trunca Nara.
Erich Von Däniken retorna con una nueva expedición
Con este suceso Däniken optó por financiar una nueva expedición, la cual tampoco dio pocos resultados. El capital Schmidt a cargo de la expedición, informo que su bote naufragó, perdiéndose importante material fílmico que revelaba indicios de Akahim, (algunos rumores que circularon por Manaus, señalaron a Tatunca Nara como el responsable del fracaso, atribuido a su extraño comportamiento que parecía durante todo el trayecto querer boicotear la misión.)
Una posterior declaración por parte de Schmidt mencionaba lo siguiente:
"Llegados al punto más abajo de la catarata mayor, en el que estaba enclavado nuestro antiguo campamento, nos instalamos a Veinte minutos de marcha a través de la selva ante la pared rocosa que había que escalar. Allí Alcanzamos el punto más alto, que estaba poblado de muchas variedades de cactus, y que ofrecía una grandiosa panorámica hacía el oeste. Desde aquí pude fotografiar las tres pirámides y la inmediata cadena montañosa con las antiguas ruinas de Akahim. A partir de allí nos encaminamos juntos en dirección hacia la catarata, a través de la selva, y a poca distancia de la orilla. De repente había ante nosotros, apoyado en un árbol, un indio.
Entre él y nosotros mediaba una hondonada pequeña. Tatunka se detuvo y exclamó “Ramos”.El indio se encaminó hacía Tatunka y ambos se abrazaron. Ramos tenía cabellos negros que le caían sobre los hombros, lucía una cinta trenzada en la frente, era de piel bastante oscura, pero tenía ojos claros, verdes. De la oreja derecha le pendía una cadenita en forma de gota, con alguna figura y un reborde exterior decorado."Luego ocurre un curiosos suceso en donde Ramos que era el jefe de la tropa de los Mongulala según lo que informo tatunca Nara y estaba allí con sus guerreros, quienes esperaban más arriba. Ramos advirtió a Tatunka que los sacerdotes de su tribu habían decidido su casamiento con la princesa que le había sido asignada hace ya muchos años. Después Ramos le preguntó por el escritor (Däniken), ya que los Mongulala esperaban encontrarse con él. Pero Tatunka le dijo que tenía miedo de volver solo a la civilización. Argumentó que, si regresaba sin Schmid, los blancos -y en especial el propio Däniken -, querrían saber de su paradero y Tatunka se preguntaba si creerían la palabra de un indio. Schmid pensó que si le daba una carta para Erich von Däniken el problema quedaba resuelto. Pero el indio no lo veía claro. Si les daba la carta a los blancos estos podrían pensar que él la escribió presionado por amenazas. De esta forma, Schmid no tuvo más remedio que volver con Tatunka a Manaos.
Entre él y nosotros mediaba una hondonada pequeña. Tatunka se detuvo y exclamó “Ramos”.El indio se encaminó hacía Tatunka y ambos se abrazaron. Ramos tenía cabellos negros que le caían sobre los hombros, lucía una cinta trenzada en la frente, era de piel bastante oscura, pero tenía ojos claros, verdes. De la oreja derecha le pendía una cadenita en forma de gota, con alguna figura y un reborde exterior decorado."Luego ocurre un curiosos suceso en donde Ramos que era el jefe de la tropa de los Mongulala según lo que informo tatunca Nara y estaba allí con sus guerreros, quienes esperaban más arriba. Ramos advirtió a Tatunka que los sacerdotes de su tribu habían decidido su casamiento con la princesa que le había sido asignada hace ya muchos años. Después Ramos le preguntó por el escritor (Däniken), ya que los Mongulala esperaban encontrarse con él. Pero Tatunka le dijo que tenía miedo de volver solo a la civilización. Argumentó que, si regresaba sin Schmid, los blancos -y en especial el propio Däniken -, querrían saber de su paradero y Tatunka se preguntaba si creerían la palabra de un indio. Schmid pensó que si le daba una carta para Erich von Däniken el problema quedaba resuelto. Pero el indio no lo veía claro. Si les daba la carta a los blancos estos podrían pensar que él la escribió presionado por amenazas. De esta forma, Schmid no tuvo más remedio que volver con Tatunka a Manaos.
Más tarde Däniken declaro que Tatunca explicó a Schmidt que no podía volver a Akahim puesto que no quería concretar aquel casamiento, pues estaba ya matrimonialmente unido en Manaus con una mujer blanca; no obstante, le dice que puede seguir a Ramos hasta la ciudad, pero no le garantiza pueda regresar algún día a la “civilización”.
Finalmente Resignado, Däniken decidió marchándose de regreso a su país.
Pero nos queda claro que algo extraño estaba ocurriendo y aquí existe un vuelco en la Historia de la Ciudad perdía…
Las ultimas Expediciones relacionadas con Akakor y la vinculación de Tatunca Nara
Las exploraciones posteriores no arrojaron resultados y en casos como los siguientes terminaron con una triste serie de desaparecidos
1977: Un joven norteamericano obsesionado con Akakor arriba al Cuzco, para tratar de organizar una expedición que lo conduzca hacia las zonas desconocidas de del sureste del Perú. Contrató a una guía para que lo acompañara hasta las fuentes del Río Yaco, donde esperaba entrevistarse con un “indígena” que lo llevaría a la ciudad oculta. Nunca más se lo vio con vida.
1980: John Reeds, otro norteamericano desaparecido. Una carta fue encontrada dentro de sus Pertenencias donde declara estar a dos días de Akahim. En la misma hay elogios hacia Tatunca Nara. Sin Embargo contra los deseos de este se internó solo en la selva. (Según lo que Tatunca informa)
1983: Herbert Wanner. Ciudadano suizo. Desaparecido y encontrado muerto. Tuvo contacto con Tatunca Nara. Interrogado este negó cualquier implicancia. En 1984 un cráneo fue encontrado por turistas suizos, después de ser identificados por el análisis forense se señaló que pertenecía a Herbert Wanner.
1986: Christine Heuser. Investigadora alemana de la AAS. Paso cuatro semanas con Tatunca Nara. Se cree que tuvo un romance con el líder de los Ugha Mongulala, se dijo también en algunas declaraciones posteriores que se los vio peleando días antes de su desaparición… Hasta hoy figura como desaparecida y su familia exige una cooperación más ardua sobre el asunto por parte de la policía local.
Se señaló a Tatunca Nara como uno de los principales sospechosos de la mayoría de las desapariciones, pero no se pudo comprobar esto. hasta el día de hoy los esto sigue sin resolver
Reaparece el Periodista Aleman
Karl Brugger reaparece en 1981, Y acompañado de Tatunca Nara, intentó convencer a un cineasta, Orlando Senna para que produjera un video documental sobre Akakor. Senna se negó a participar, argumentando: que no estaban dadas las condiciones de seguridad para una incursión a zonas tan inhóspitas (el propio tatunca Nara le informa a Senna que no puede asegurarle su seguridad en zonas tan peligrosas como el amazonas)
La misteriosa Muerte de Karl Brugger
En 1984 algo terrible ocurre, Karl Brugger Muere asesinado de un tiro a quemarropa mientras se encontraba paseando por una playa de Ipanema, La policía abrió un expediente para investigar el hecho, aunque las pruebas recopiladas no fueron muy efectivas. Solamente se pudo reconocer el arma, identificada como una ametralladora portátil 9 mm similar a una mini UZI, y que suele utilizar el personal militar. Hasta el dia de Hoy el caso sigue sin resolver. Lo curioso también es el lugar donde le dispararon, que fue donde Brugger se tatuó un símbolo igual al de Tatunca Nara (no se sabe bien porque, quien quiera investigar lo invito a hacerlo joven explorador/a).
En medio de la polémica por la tragedia se suma otro tema que salió a luz. Se denunció que en los días posteriores a la muerte de Brugger, el consulado alemán entró a su departamento confisco y se llevó toda la documentación privada del periodista… hasta el día de hoy no existen respuestas para esto
Lo que mencionaron sus allegados es que el periodista les comento que estaba trabajando en un nuevo Libro en el que figuraba una hipótesis un más controversial acerca del tema de las ciudades subterráneas, y que de conocerse, causaría sensación. También habló, sobre incursiones nazi y sus exploraciones en la jungla sudamericana, pues dijo contar con documentos inéditos que avalarían su investigación.
La verdad sobre el caudillo Indio y el final de toda su Historia sobre Akakor
Hasta ese entonces no existían objeciones sobre la Historia de Tatunca Nara, (mas allá de que algunas dudas pudieron surgir respecto a que podía seguir haciendo un Caudillo del mundo subterráneo durante tanto tiempo con los hombre blancos) pero todo eso cambió, cuando se difundió desde Alemania, que el caudillo Indio en realidad era un ciudadano con un pasado como convicto. Llamado Günter Hauck, que figuraba en los archivos policiales alemanes como desaparecido desde el 15 de Febrero de 1968, fecha, en la cual subió a un barco para dirigirse a Río de Janeiro, abandonando a su esposa y sus 3 hijos. A partir de ese momento, se pierde el rastro de el. Pero el expediente también mencionaba que durante sus días en prisión fue conocido con el apodo de Tatunca Nara.
La ex esposa alemana de Tatunca, Christa, fue traída a Brasil en 1989 por la revista Alemana Der Spiegel, ella encontró a su ex marido y lo reconoció, y declaro posteriormente que lloro cuando él le pregunto a solas por sus 3 hijos..
De todas formas Tatunca jamás declaro que fuera Hauck, mostrando su documento en donde figura como de origen Indio. Sin embargo la realidad resulta evidente y queda claro que Tatunca Nara NO EXISTE.
Igualmente quedan muchas cosas en el tintero respecto a los acontecimientos que antes se sucedieron, en las expediciones la idea de que tatunca allá regresado solo de la expedición de Brugger o el encuentro de tatunca con el extraño indigena Ramos, entre otras curiosidades..
En un reportaje transmitido por la televisora brasileña Red de Tv Globo en 07/10/1990, Tatunca afirma que gran parte de lo que figura en el libro de Karl Brugger fueron mentiras que fomento el Periodista. el mismo en ese mismo reportaje niega cualquier vinculación con la desaparición antes mencionadas. Pero el sigue siendo el Principal sospechoso, tanto para los departamentos Policiales de Brasil como los de Alemania.
En 2003 Alemania pidió su extradición, pero no pudo completarse dado que se lo declaro Demente al sujeto, lo cual le impedía ser juzgado. Actualmente Tatunca Nara vive en Barcelos y a pesar de su avanzada edad trabaja realizando paseos a turistas y en algunos casos da pequeñas notas a visitantes independientes.
Los Enigmas del Amazonas
El amazonas ha sido siempre una región de misterios, desde épocas remotas tribus que allí se establecieron cuentan infinidad de historias, desde anacondas gigantes hasta relatos de tipo mitológicos que son parte de su cultura.
No resulta una casualidad que el hombre blanco se allá sentido cautivado e incluso tentado a penetrar en la espesura de lo desconocido para saciar su sed de misterio, o en algunos casos su codicia.
Una de las primeras exploraciones fue la de Don Francisco de Orellana y Don Gonzalo Pizarro quienes partieron desde Quito en el año 1541 hacia el Amazonas en una de las más famosas y peligrosas expediciones en busca de la Mítica leyenda de "El Dorado". Sin embargo no fue alcanzado este objetivo, y el Hombre blanco siguió soñando con encontrar Ciudades perdidas y civilizaciones que puedan dar respuestas de tipo antropológicas con sus misteriosas tribus o sobre el origen del hombre en América latina.
En 1987 en busca de saciar esa sed de aventura y misterios, Roland Stevenson, un extranjero radicado en la ciudad de Manaus de padre alemán y madre estadounidense, informó de rastros de un camino inca desde el Ecuador hasta las sierras de las Guyanas con tambos de piedra en su recorrido. Además encontró vestigios de indumentaria inca y también grabados en piedra con motivos andinos.
En la actualidad existe una inquietante duda sobre la decisión del gobierno de Brasil de cerrar la zona de Gururipi por razones de Seguridad Nacional. eso permite que el deseo de buscar lo que existe más allá sea aún más tentador para algunos.
La historia de La Cronica de Akakor que fuimos develando resulta ser una Historia mas de las tantas que involucraron expediciones en busca de aquello que ancia encontrar el hombre. En historias como las de Akakor nos vemos profundamente decepcionados, y a la vez nos sentimos embaucados, por que fueron muchos los que al escuchar aquella Historia y poniendo sobre la mesa la idea de creer, pasaron cosas por alto y terminaron enfrascados en una especie de historia irónica pero a la vez triste …
Sin embargo no por ello dejamos de soñar, pero también de aprender, que siempre a la hora de indagar en estas cuestiones hace falta mantener un importante equilibro que nos permita encontrar las estrellas con espíritu de Aventura, pero también con un razonamiento lógico y objetivo …
Teniendo esto en cuenta joven explorador/ra y siendo consientes de que la región del Amazonas aun guarda incontables secretos, seguiremos en la búsqueda de aquellos grandes Misterios...
Jonathan Janshon
Hasta la Proxima Aventura....
Excelente trabajo.Felicitaciones!.
ResponderEliminarEstoy torturando mi cerebro, no entiendo, no comprendo, no puedo explicar todo esto. Es el mayor misterio que he visto en toda mi vida y eso que he visto muchos misterios, es mi hobie. Pero no comprendo como un tipo que nació supuestamente en Alemania llego a Rio de Janeiro, aprendió a vivir en la selva e invento una historia para nada...el tatuaje que lleva, ¿de donde lo saco?, ¿que significa?, ¿cómo se pudo comunicar con los indígenas? ¿para que hubiera querido llevar a tantos exploradoras a un lugar que no existia?, ¿por qué querria hacerse conocido si era un fugitivo?, muchas más preguntas rodean mi mente. No entiendo, sinceramente no entiendo...
ResponderEliminarBUENO QUIZAS SE TRATE DE UN TIMADOR DE OFICIO
EliminarUnknown,igual me paso a mi. Despues de leer toda esta historia me hice las mismas preguntas. Como un blanco de origen europeo llega a convivir con indigenas delamazonas que son bastante fieros y hostiles a los extraños, hacerse lider e una tribu de guerreros feroces, tener la habilidad para internarse en esa intrincada y peligrosa selva, relatar cronicas de antiguos y misteriosos habitantes de gigantescas ciudades subterraneas y ofrecer a intrepidos exploradores llevarlos hasta alli para al final terminar en NADA!!
ResponderEliminarYo lo que creo es que este hombre si sabia todo eso que relataba y que todo eso era verdad, pero llegado el punto e revelarles eso a extraños ambiciosos no se lo permitian o los misteriosos seres intraterrenos o los mismos indigenas que protegen esos misterios,y por eso hasta ahi llegaban sus buenos oficios. Y aquellos exploradores que en vista de su frustracion de ver que este "indigena" no iba a salir con nada se aventuraban a continuar solos y ran victimas de esas feroces tribus que protegen esas miticas ciudades.